Introducción

Desde su descubrimiento a fines de 2019, la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), ha resultado en más de 3 millones de muertes y ejerció una presión sin precedentes sobre los sistemas sociales, económicos y de atención de la salud en todo el mundo.

Muchos sobrevivientes de la infección por COVID -19 experimentan de manera persistente síntomas neurológicos y psiquiátricos incapacitantes, que pueden tener consecuencias socioeconómicas.

Estudios en el mundo describen las secuelas y   fisiopatología de los síntomas neuropsiquiátricos como neuropatía periférica, depresión, alteraciones en el comportamiento y deterioro cognitivo.

Método

Paciente femenino de 49 años. Puesto de trabajo anestesióloga. APP. Hipertensión arterial sistémica de 2 años de diagnóstico. Inicia padecimiento el día 26/10/2020 con astenia, fiebre, desorientación y disnea, se realiza detección mediante PCR positiva a SARS Cov-2 el día 26/10/2020,  evoluciona de manera desfavorable ameritando oxigeno suplementario, es ingresada UCI, agregándose miocarditis y neuropatía del paciente critico es egresada un mes posterior, requiriendo oxigeno suplementario 2 l por minuto de uso nocturno. Posteriormente se refiere con astenia, adinamia, taquicardia, así como alteraciones en la atención, conciencia fluctuante, inversión del ciclo sueño vigilia, alucinaciones auditivas y visuales, sentimiento de tristeza, insomnio, así como cuadro de ansiedad ameritando tratamiento farmacológico, persistiendo sintomatología, agregándose llanto fácil, labilidad emocional, fenómeno de flash backs, pesadillas, miedo incontrolable, sensación de desvanecimiento, por lo que se hace modificación a su tratamiento, agregándose terapia psicológica durante un periodo de 12 meses, sin respuesta favorable.

Resultados

En abril de 2021 se le realizó reconocimiento de Covid-19 como enfermedad de trabajo, posteriormente con base a la sintomatología agregada y refractaria a tratamiento es enviada y valorada por el servicio de psiquiatría donde se determina, trastorno de estrés postraumático secundario a estresor relacionado con infección de SARS COV 2. Fue valuada con EGEP5 (Evaluación Global de Estrés Postraumático) donde se determinó síntomas disociativos con expresión retardada.

Discusión y conclusiones.

De acuerdo con el diagnóstico de la paciente de trastorno de estrés postraumático después de padecer infección por SARS-Cov2, comparte algunos signos y síntomas como secuelas de Covid-19, como dificultad para dormir, alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad, síntomas físicos y cognitivos. La enfermedad aguda y el ingreso en cuidados intensivos son ampliamente reconocidos como eventos potencialmente traumáticos, con el consiguiente impacto negativo en el funcionamiento, los resultados de salud y la calidad de vida de la paciente después de la enfermedad crítica.

En resumen, se necesita realizar evaluaciones de seguimiento a los pacientes que se estableció diagnóstico de COVID-19 utilizando evaluaciones cognitivas y neuropsiquiátricas exhaustivas junto con estudios de imagen, especialmente para aquellos que han sufrido formas graves de la enfermedad con nivel de atención de la UCI y manifestaciones neurológicas durante la fase aguda. Es necesario descartar secuelas a largo plazo y proporcionar apoyo de salud mental y rehabilitación cognitiva para minimizar los posibles efectos negativos en el funcionamiento psicosocial, laboral y en la calidad de vida de los pacientes.