Última modificación: 2021-06-23
Resumen
Introducción
El síndrome de dolor regional complejo es un trastorno en el que existe un dolor neuropático desproporcionado teniendo en cuenta la gravedad de la lesión, alodinia, trastornos vasomotores, alteraciones motoras y cambios tróficos cutáneos. De acuerdo con su etiología se clasifica en: Tipo I, definido por la ausencia de una lesión nerviosa identificada y Tipo II, caracterizada por la presencia de una lesión nerviosa.
Cursa con 3 fases evolutivas. La fase aguda caracterizada por alodinia, edema blando, hiperemia, eritema e hiperhidrosis, seguida de una fase distrófica en la cual hay persistencia del dolor, hipotermia, cianosis, edema firme y ausencia de vello y finalmente una fase atrófica en la cual el dolor tiene a disminuir, la piel se adelgaza y luce brillante y la masa muscular adquiere diferentes grados de atrofia.
Las manifestaciones suelen aparecer tras un traumatismo o un periodo de inmovilización. Aproximadamente el 45% cuenta con el antecedente de fractura ósea, siendo el brazo la región que se ve con mayor afectación que la pierna. La afectación en las mujeres es tres veces mayor que en los hombres, con mayor incidencia a la de edad de 45 años.
Método
Paciente femenino de 49 años, puesto de trabajo: cajera de estacionamiento. Inició su padecimiento el 06/06/2018, durante sus actividades laborales, al caer de 4 escalones y golpear contra filo de protección de elevador en dorso de mano izquierda, que ocasiono dolor de intensidad 10/10 en escala visual análoga y limitación para la extensión de los dedos. Valorada institucionalmente, con diagnóstico de hematoma de mano izquierda con colocación de férula antibraquipalmar durante 14 días, al retirar la férula evoluciona con edema, dolor, disestesias, hipertermia, hiperhidrosis, parestesias en dedos de la mano e imposibilidad para la extensión de dedos. Enviada a la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación el 29/06/2018, indicando programa rehabilitador, con alta del servicio de rehabilitación, sin mejoría. Evolucionó durante 2 años con imposibilidad para la extensión de dedos de la mano izquierda, artralgias de intensidad 9/10, disestesias y parestesias, sin mejoría. A la exploración física dirigida de miembro superior izquierdo, con dedos en garra, epidermis adelgazada y brillante, ausencia de pliegues cutáneos, hipotermia local, adelgazamiento de músculos intrínsecos y extrínsecos de manos, intertrigo digital, con arcos de movilidad activos y pasivos para pulgar a nivel de metacarpofalángica: abducción 0/0º, aducción 0/0º, extensión -45/-45º, y flexión 45/45º e interfalángica: flexión 50/50 y extensión -50/-45º, dedos índice a meñique: metacarpofalángica: fija en flexión 45/45º, interfalángica proximal: fija en flexión 45/50º y extensión -50/-45º, interfalángica distal fija en flexión 45/50º y extensión -50/-45º, fuerza muscular no valorable, alodinia, llenado capilar inmediato y ausencia de funciones básicas de la mano izquierda.
Resultados
Se realizó estudio de electromiografía el 10/07/2020, con reporte de estudio sin evidencia electrofisiológica de compromiso nervioso. Valorada por el servicio de ortopedia donde previo a exploración física y reconocimiento de criterios diagnósticos se emite el diagnóstico de Síndrome de Dolor Regional Complejo Tipo I, con afectación neurológica que condiciona limitación total de las funciones básicas de la mano izquierda necesarias para sus actividades de la vida diaria y laborales. Requiriendo seguimiento y control multidisciplinario por el servicio de neurología, algología y medicina física y rehabilitación.
Conclusión
Los riesgos de trabajo ocurridos según la naturaleza de la lesión y sexo a nivel nacional reportan un total de 554,858 casos, siendo los traumatismos de muñeca y mano la segunda región anatómica más afectada con 14, 379 casos reportados en hombres y 9, 046 en mujeres.
Por lo tanto, la identificación de las lesiones o traumatismos que predisponen su aparición, así como el estadio o etapa de las manifestaciones clínicas y el tipo de síndrome de dolor regional complejo que presente el paciente, motiven y fundamenten la opinión médico-técnico-legal que permita reconocer y valuar al síndrome doloroso regional complejo como consecuencia de un riesgo de trabajo debido a su relevante repercusión económica, social y laboral del trabajador.
Bibliografía
Rowland L. & Pedley T., Neurología de Merritt, Ed. 12, 2011.
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